La mitología mexicana es bastante extensa, pues en México habitaron muchísimas civilizaciones y culturas con sus propias tradiciones y cosmogonías.
A continuación, descubre los dioses y los mitos aztecas: desde cómo era la civilización azteca hasta sus dioses más importantes junto con los mitos y leyendas más importantes de esta cultura.
¿Cómo era la civilización azteca?
La civilización azteca, también conocida como mexica, era una sociedad mesoamericana avanzada que prosperó en lo que ahora es México central, antes de la llegada de los españoles en el siglo XVI.
Características de la cultura azteca
La cultura azteca maravilló a los conquistadores del Viejo Mundo y todavía sorprende a los investigadores. Conoce algunos características clave de esta civilización:
- Organización política: Los aztecas establecieron un imperio centralizado con una estructura política jerárquica. Su capital, Tenochtitlán, era una gran ciudad construida sobre un lago.
- Religión: La religión era central en la vida azteca, con un panteón de dioses complejo.
- Agricultura avanzada: Desarrollaron técnicas agrícolas realmente sorprendentes, como chinampas (islas flotantes), para cultivar alimentos en zonas lacustres. Gracias a éstas, lograron sostener una numerosa población.
- Arquitectura impresionante: Construyeron impresionantes pirámides, templos y palacios, algunos de los cuales aún se pueden ver en México actualmente.
- Sistema de escritura: Utilizaban un sistema de escritura pictográfica llamado náhuatl.
- Comercio: Mantenían una red comercial extensa que abarcaba desde Mesoamérica hasta América Central, intercambiando bienes como alimentos, textiles y cerámica.
- Calendario y astronomía: Los aztecas tenían un calendario muy preciso y una fascinante comprensión de la astronomía. Su calendario combinaba un ciclo solar de 365 días con un ciclo ritual de 260 días.
- Educación y arte: Valoraban la educación y las artes, por lo que crearon obras de arte impresionantes en piedra, cerámica y textiles, y transmitían los conocimientos a través de instituciones educativas como los calmécac y telpochcalli.
Estas son solo algunas de las características de la civilización azteca antes de la llegada de los españoles.
A pesar de su riqueza cultural y tecnológica, gran parte de esta civilización fue trágicamente destruida y sometida por los conquistadores españoles en el siglo XVI.
Los dioses prehispánicos de los aztecas
La cosmovisión azteca era muy religiosa y se centraba en un panteón de dioses que controlaban diferentes aspectos del mundo y la vida humana, relacionados principalmente con la naturaleza, como sucede también en la mitología celta.
Creían en la dualidad de la existencia, donde los dioses luchaban constantemente por mantener el equilibrio entre el orden y el caos.
Los aztecas practicaban constantemente rituales para apaciguar a los dioses y asegurar la prosperidad y el orden en su sociedad.
¡Conozcamos algunos de los dioses más destacados de la mitología azteca!
Quetzalcóatl
Quetzalcóatl, la "Serpiente Emplumada", es uno de los dioses más importantes y venerados en la mitología azteca.
Su historia está entrelazada con la cosmogonía y la historia de la civilización mesoamericana. Era representado como un hombre barbado con características de una serpiente emplumada.
Su aspecto simbolizaba la dualidad entre el cielo y la tierra, así como el poder regenerativo de la naturaleza. Era asociado con el planeta Venus.
El mito de Quetzalcóatl
Según el mito principal, Quetzalcóatl era un dios que descendió a la Tierra para instruir a la humanidad en diversas artes y conocimientos, como la agricultura, la alfarería y la civilización.
Los aztecas atribuían a este dios la creación del calendario y el dominio del viento. Era algo así como un Prometeo en la mitología griega.
La leyenda de Quetzalcóatl
Una de las leyendas más conocidas sobre Quetzalcóatl relata su partida de Tula, la ciudad sagrada de los toltecas, después de un conflicto con su hermano Tezcatlipoca.
Según la leyenda, Quetzalcóatl prometió regresar algún día, lo que generó expectativas sobre su retorno entre los pueblos mesoamericanos.
Otra leyenda famosa cuenta que Quetzalcóatl fue engañado por Tezcatlipoca y, avergonzado por sus acciones, decidió quemarse a sí mismo y transformarse en el planeta Venus.
Se dice que su alma ascendió al cielo, pero se espera que regrese algún día para guiar a su pueblo hacia una nueva era de paz y prosperidad.

La historia de Quetzalcóatl
La figura de Quetzalcóatl ha sido reverenciada y reinterpretada a lo largo de la historia mesoamericana.
Cihuacóatl, diosa azteca
Cihuacóatl, cuyo nombre significa "mujer serpiente" o "mujer de la serpiente", era una diosa muy importante en la mitología azteca.
Era considerada una deidad madre relacionada con la fertilidad, el parto y la vida. Algo así como Juno en la mitología romana. Se le asociaba con la tierra y con la protección de las mujeres embarazadas y los niños.
Se creía que tenía el poder de conceder la vida y la muerte, y se le ofrecían sacrificios en momentos importantes como el parto y la cosecha.
Cihuacóatl también tenía una faceta guerrera, ya que se creía que ayudaba a las mujeres en el parto y al mismo tiempo protegía a los guerreros caídos en batalla.
En algunas representaciones, se la muestra con características de una serpiente, simbolizando su conexión con la tierra y la fertilidad. Además, comparte algunas características con la diosa Coatlicue.
Mictlantecuhtli , dios de la muerte
Mictlantecuhtli era el dios azteca de la muerte y señor del inframundo, conocido como Mictlán, el reino de los muertos, donde las almas de los fallecidos debían enfrentar diversos desafíos antes de alcanzar su destino final.
Su nombre significa "Señor de Mictlán" o "Señor de los muertos". Era una figura temida y reverenciada por los aztecas, ya que tenía el poder de gobernar sobre las almas de los difuntos y decidir su destino en el más allá.
Según la mitología azteca, Mictlantecuhtli tenía una apariencia terrorífica, con una calavera descarnada y dientes afilados. Se le representaba con un cuerpo esquelético y adornado con símbolos de la muerte, como cráneos y huesos.
A pesar de su naturaleza sombría, Mictlantecuhtli no era considerado un dios malvado, sino más bien un aspecto necesario del ciclo de la vida y la muerte en la cosmología azteca. Parecido a la mitología japonesa y sus demonios.
Su papel era asegurar el equilibrio entre el mundo de los vivos y el de los muertos, y se le respetaba como una deidad fundamental en la religión y la mitología azteca.

Tláloc, dios del agua
Tláloc era el dios azteca de la lluvia, la fertilidad y el agua. Su nombre significa "el que hace las cosas germinar" o "el que hace las cosas brotar". Así, su papel era clave en el ciclo de la vida y la agricultura.
Como dios de la lluvia, Tláloc era venerado por los aztecas como el encargado de traer las lluvias necesarias para el crecimiento de los cultivos y la fertilidad de la tierra.
Se le consideraba el dueño de los cuerpos de agua, como ríos, lagos y manantiales, y se creía que controlaba las tormentas y el clima.
En la mitología azteca, Tláloc era representado como un ser con rasgos acuáticos, como ojos grandes y prominentes, dientes afilados y una nariz puntiaguda.
A menudo se le mostraba con una máscara de jade y adornos de caracoles y conchas marinas, simbolizando su conexión con el agua y la naturaleza.
Además de su papel como dios de la lluvia, Tláloc también estaba asociado con la fertilidad y la agricultura, como Freyr en la mitología nórdica.
Se creía que su influencia garantizaba buenas cosechas y abundancia para el pueblo azteca. Sin embargo, también era temido como un dios caprichoso que podía enviar inundaciones y sequías si no se le adoraba adecuadamente.
El dios Huitzilopochtli
Huitzilopochtli era el dios azteca de la guerra, el sol y la victoria. Su nombre significa "Colibrí Zurdo" o "Colibrí del Sur", pues estaba conectado con el sol y el movimiento celestial.
Como dios de la guerra, Huitzilopochtli era venerado por los aztecas como el protector de su ciudad, Tenochtitlán, y como el patrón de los guerreros y los nobles.
Se creía que lideraba a los aztecas en la batalla y les daba fuerza y valor para enfrentarse a sus enemigos.

A menudo se le mostraba con el sol como una corona sobre su cabeza, simbolizando su asociación con la luz y la victoria.
Además de su papel como dios de la guerra, Huitzilopochtli también era considerado el dios del sol, ya que se creía que viajaba a través del cielo diariamente, luchando contra las fuerzas de la oscuridad y trayendo el amanecer.
Se le rendían homenajes y rituales en festivales como el Panquetzaliztli, que celebraba su nacimiento. De hecho, estas celebraciones coinciden con los festejos de la mitología hebrea relacionadas con el nacimiento del mesías.
Mitología del sol y la luna
La mitología azteca está llena de mitos y leyendas llenos de creatividad. Uno de los más destacados es aquel que narra el origen del sol y la luna.
El origen del sol y la luna: mito azteca
Había un tiempo en el que el mundo estaba sumido en la oscuridad y el caos. Los dioses, en su sabiduría, decidieron crear el sol y la luna para iluminar y ordenar la tierra. Pero esta tarea no sería fácil.
Los dioses se reunieron en Teotihuacán, el lugar de los dioses, para discutir cómo llevar a cabo esta importante tarea. Uno de los dioses, Tezcatlipoca, propuso que uno de ellos debería sacrificarse para convertirse en el sol.
Sin embargo, otro dios, Nanahuatzin, un dios humilde y despreciado por su apariencia, expresó su deseo de ser el sol. A pesar de las burlas de los demás dioses, Nanahuatzin se ofreció voluntariamente para el sacrificio.
Los dioses construyeron un gran fuego en el templo y Nanahuatzin se sumergió en las llamas, emergiendo transformado en un resplandeciente disco solar y en el Dios del Sol Tonatiuh.
El sol era demasiado intenso y los dioses temieron que quemara la tierra. Para equilibrar su luz, eligieron a la diosa Coyolxauhqui, hermana de Huitzilopochtli, para ser la luna.
Coyolxauhqui aceptó el sacrificio y se sumergió en las aguas frías, emergiendo como una hermosa luna plateada. Pero la luna era envidiosa del sol y buscaba eclipsarlo con su brillo.
Los dioses, para evitar conflictos, decidieron que la luna solo brillaría durante la noche, permitiendo que el sol iluminara el día.
Así, el sacrificio de Nanahuatzin y Coyolxauhqui trajo orden y luz al mundo azteca. El sol y la luna, juntos, crearon un ciclo constante de día y noche, proporcionando vida y armonía a la tierra.
Y aunque los dioses hicieron sacrificios, su generosidad trajo consigo la promesa de una nueva era de luz y vida.
Leyendas aztecas: el quinto sol
Las leyendas del quinto sol son interesantes y explican la creación del mundo. Además, está relacionado con el mito anterior sobre el sol y la luna. Lee la siguiente narración para conocer esta historia mexica.
El quinto sol y la creación del mundo
Hace mucho tiempo, en la edad primordial, los dioses se reunieron en Teotihuacán para crear el mundo y a la humanidad. Según la mitología azteca, este proceso implicó la creación y destrucción de varios "soles" o eras.
En un principio, los dioses intentaron crear el mundo utilizando diferentes materiales, como huesos, maíz y madera.
Sin embargo, cada intento resultaba en un mundo inestable y sin vida. Finalmente, los dioses decidieron que la creación del mundo requería el sacrificio de un dios.
El primer dios en ofrecerse como sacrificio fue Tezcatlipoca, quien se lanzó al fuego para convertirse en el primer sol. Sin embargo, su luz era demasiado brillante y los dioses temieron que quemara el mundo.
Entonces, Quetzalcóatl, en un acto de valentía, lo derribó del cielo con un golpe de su macuahuitl, dando fin al primer sol y desatando una gran catástrofe.
Después de esto, otros dioses se sacrificaron para convertirse en sucesivos soles, pero cada uno terminó en desastre. Fue hasta que llegó el quinto sol, que los dioses lograron crear un mundo estable y fértil.
Este quinto sol fue creado por Nanahuatzin, el dios humilde, quien se lanzó al fuego y emergió como el sol actual y el dios del sol Tonatiuh.
Con el quinto sol en el cielo, los dioses crearon la humanidad utilizando maíz molido, dando origen a la raza humana.
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Los símbolos aztecas y su significado
Conoce algunos de los símbolos aztecas más importantes:
Calendario Azteca (Piedra del Sol): Representa el tiempo cíclico y la cosmovisión azteca. Está dividido en diferentes secciones que simbolizan los días, los meses y las eras cósmicas. Además, contiene imágenes de los dioses aztecas y escenas mitológicas.

Guerrero Águila:Los guerreros águila eran una élite militar en la sociedad azteca. Simbolizan la valentía, la fuerza y el honor en la batalla. El águila, junto con el jaguar, era un animal asociado con los dioses guerreros y la nobleza.

Códices Aztecas: Los códices eran manuscritos pictográficos que contenían registros históricos, mitológicos y religiosos de la civilización azteca. Representan una importante fuente de información sobre la cultura y la cosmovisión azteca. Cada códice tenía su propio propósito y contenido, que incluía genealogías, crónicas y rituales.

Templo Mayor de Tenochtitlán: El Templo Mayor era el centro religioso y político de la ciudad de Tenochtitlán, la capital azteca. Representaba la conexión entre el mundo terrenal y el divino, donde se realizaban importantes ceremonias religiosas y sacrificios humanos en honor a los dioses. Su papel es similar a las pirámides de la mitología egipcia.

Chimalli (Escudo Azteca): El chimalli era un escudo utilizado por los guerreros aztecas en la batalla. Estaba hecho de madera o cuero y decorado con símbolos y colores específicos que representaban el estatus y la afiliación del guerrero. Simbolizaba la protección y la fuerza en la guerra.

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