La pintura, a través del tiempo, es un arte que ha evolucionado con el hombre y a lo largo de cientos de años ha marcado la historia y la cultura de la humanidad.
Conocer algunas de las mejores pinturas de la historia nos permite apreciar la belleza, la creatividad y el talento de sus autores, así como entender el contexto y el mensaje que quisieron transmitir. Además, las pinturas más famosas son una fuente de inspiración y aprendizaje para cualquier persona interesada en el arte o en la expresión de sus emociones.
Hoy en día existen tantas pinturas como estrellas en el cielo y si bien cada obra tiene un valor intrínseco, hay algunas pinturas que simplemente debes conocer, es por eso que aquí te presentamos (por si aún no las conocías) algunas de las grandes pinturas de la historia.
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1. La Gioconda
¿Quién no conoce a la famosa Mona Lisa? Sin siquiera haberla observado en el Museo del Louvre, es imposible no conocer esta famosísima obra de arte. Pintada por Leonardo da Vinci a principios del siglo XVI, la obra representa el retrato de una mujer que sería la esposa de Francesco del Giocondo, una florentina llamada Lisa Gherardini.
La historia cuenta que Leonardo da Vinci, llamado por el rey Francisco I de Francia, hizo sus maletas para instalarse en el castillo de Clos Lucé en Amboise, cerca de una de las residencias del rey. La pintura al óleo se expuso en el Palacio de Versalles, y ahora está expuesta en el Louvre y está extremadamente protegida para evitar que los visitantes la estropeen.
Una de las razones de su fama es que la obra fue robada en 1911 por un italiano que quería devolver la obra a su país de origen.
Además, la composición de la pintura atrae especialmente a los amantes del arte. De hecho, el retrato está enmarcado de una manera original para aquella época, ya que es como una foto de identidad hoy en día. Pero además del encuadre, se observó que la Mona Lisa nos mira siempre sin importar desde dónde la observemos. Un misterio aún estudiado hoy en día y que muestra la genialidad de Leonardo da Vinci.
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2. Guernica
El Guernica, gran obra de Picasso, expuesta en el Museo Reina Sofía de Madrid, tiene unas dimensiones de 3,5 metros por 7,8 metros. Es una de las obras más importantes del siglo XX y es testigo de un acontecimiento terrible: el bombardeo alemán a la ciudad del mismo nombre que la pintura en 1937.
Pablo Picasso deseaba retransmitir el horror, pero especialmente el sufrimiento de los habitantes españoles durante la guerra civil del país. El bombardeo provocó casi 2000 muertes.
La composición de la pintura y su tamaño la convierten en una obra impresionante y abrumadora. El lienzo se mantuvo durante mucho tiempo en el MoMA de Nueva York, según el deseo del pintor. Éste regresará a España en 1981, una vez falleció el general Franco.
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3. El nacimiento de Venus
El nacimiento de Venus de Sandro Botticelli es una obra maestra del arte renacentista, una de las pinturas del renacimiento que simplemente debes conocer.
La pintura muestra a la diosa Venus emergiendo del mar sobre una concha, rodeada de otras figuras mitológicas que simbolizan el viento, las flores y las estaciones. La escena está inspirada en un poema de Angelo Poliziano, amigo del artista, y refleja la influencia de la filosofía neoplatónica que buscaba armonizar el paganismo clásico con el cristianismo.
El nacimiento de Venus es sin duda una obra llena de gracia, elegancia y delicadeza, que nos invita a contemplar la perfección de la naturaleza y el ideal de belleza femenina.
4. La libertad guiando al pueblo
Es, sin duda, una de las pinturas más famosas del Louvre. La libertad guiando al pueblo fue pintada por el pintor romántico Eugène Delacroix en 1830, y luego expuesta en el Salón de París de 1831.
El título de la pintura era Escenas de barricadas en referencia a la revolución de las Tres Gloriosas que seguirá a la Revolución Francesa. Durante la Restauración, y durante el reinado de Carlos X, estallaron disturbios en París y surgieron barricadas para defender las libertades del país. Así es como se establece la Monarquía de julio.
Delacroix optó por representar la libertad bajo la forma de una mujer que lleva el gorro frigio, símbolo de la revolución y la bandera francesa. Su postura recuerda a las estatuas antiguas.
La pintura se utiliza a menudo como un símbolo de la república y la democracia. Se ha expuesto en el Louvre desde 1874.
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5. La balsa de la medusa
Llamada en un primer momento Escena de un naufragio por su autor, Theodore Gericault, la Balsa de la Medusa es una de las pinturas más famosas de la corriente romántica, un movimiento artístico que se centra en los acontecimientos actuales de la época.
Esta pintura, de 491 cm de alto y 716 cm de ancho, pintada entre 1818 y 1819, representa un triste acontecimiento ocurrido en 1816, frente a la costa de Senegal.
Una fragata de la marina real se hunde en las costas de África. Su capitán, inexperto, no puede enderezar la embarcación. Como los botes no eran suficientes para el número de marineros, los oficiales restantes tuvieron que construir una balsa con los restos del barco. De los 150 hombres de la balsa, solo 10 sobrevivieron a las tormentas y los episodios de canibalismo que afectaron a la tripulación.
Para realizar esta obra, el pintor Géricault realizó un auténtico trabajo de investigación al buscar toda la información necesaria para adherirse lo más posible a la realidad. En el fondo, incluso se dibuja un bote de rescate que da esperanza a los varados, pero en vano porque no lo verán.
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6. El jardín de las delicias
El Bosco fue un artista holandés cuyas pinturas muestran escenas religiosas, alegorías y visiones del infierno, con una gran variedad de criaturas extrañas y grotescas.
El jardín de las delicias es una de las obras más famosas y enigmáticas de este talentoso pintor.
La famosa pintura está dividida en tres escenas: el Paraíso, el Infierno y el Jardín de las Delicias. En este último panel, se observan multitud de figuras humanas y animales en actitudes lúdicas, eróticas y pecaminosas, rodeadas de frutas gigantes y extrañas criaturas.
El significado de esta obra ha sido objeto de múltiples interpretaciones, desde una crítica a la depravación moral de la humanidad hasta una alegoría del amor libre y la felicidad terrenal. Lo que está claro es que se trata de una obra maestra de la imaginación y el arte, que nos muestra un universo fantástico y fascinante.
Hoy en día, el Bosco es considerado uno de los precursores del surrealismo y un maestro de la imaginación.
Mira un análisis de esta famosa pintura, en un video realizado por el Museo Nacional del Prado.
7. Noctámbulos
Noctámbulos, de Edward Hopper es una pintura imperdible realizada en 1942, y representa una escena nocturna en un bar de Nueva York, donde cuatro personas solitarias se encuentran en medio de la oscuridad y el silencio de la ciudad.
La pintura tiene un estilo realista y una atmósfera melancólica, que refleja el aislamiento y la soledad de la vida moderna.
Hopper fue un pintor estadounidense que se inspiró en el cine, la literatura y la arquitectura para crear sus obras, que retratan escenas cotidianas con un toque de misterio y drama.
Noctámbulos (Nighthawks) es una de sus obras más famosas y reconocidas, y ha sido interpretada de diferentes maneras por los críticos y el público. Algunos ven en ella una crítica social, otros una metáfora existencial, y otros simplemente una imagen poética. Lo cierto es que Noctámbulos es una de las pinturas más reconocidas en todo el mundo occidental.
8. Saturno devorando a su hijo
Recreada y satirizada en miles de ocasiones, Saturno devorando a su hijo es una de las pinturas icónicas de la historia del arte.
Esta obra forma parte de las llamadas Pinturas Negras, que Goya pintó directamente sobre las paredes de su casa entre 1819 y 1823. En ella se representa el mito griego de Cronos (Saturno para los romanos), el dios del tiempo que devoraba a sus hijos por temor a que lo destronaran.
Goya nos muestra una escena brutal y grotesca, donde Saturno agarra con sus manos ensangrentadas el cuerpo mutilado de uno de sus hijos, mientras mira con una expresión de locura y horror.
La pintura tiene un gran contraste entre la oscuridad del fondo y la claridad de las figuras, lo que aumenta el dramatismo y la angustia.
Es una pintura imperdible que nos hace reflexionar sobre la violencia, el poder, el miedo y la muerte.
Rubens también pintó a Saturno en el Siglo XVII. Mira una interpretación de esta otra obra.
9. Impresión, sol naciente
Pintado en 1872 por Claude Monet, Impresión, sol naciente marcó la historia del arte al crear el movimiento impresionista. Claude Monet reproducía en esta época el puerto de Le Havre en un estilo totalmente desconocido para la época. Frente a temas serios y actuales del romanticismo, Monet prefiere resaltar las escenas diarias como la salida del sol.
El nombre «impresionista» viene de los críticos de arte de la época que se burlan de este nuevo estilo creado en Impresión, sol naciente. Sobre todo en el periódico satírico Le Charivari, los críticos se divierten criticando a artistas como Renoir, Pissaro y, por supuesto, Monet. El periódico dirá en particular:
«Monet, Pissaro y Mademoiselle Morisot parecen haber declarado la guerra a la belleza».
Esta crítica de la época dio origen al gran movimiento de los impresionistas. Alejándose de los trabajos muy académicos de la época, los pintores impresionistas disfrutan pintando momentos de la vida cotidiana utilizando colores más vivos. Con esta pintura, Claude Monet es considerado por los historiadores del arte como un auténtico líder del movimiento.
10. La noche estrellada
La noche estrellada es considera una de las mejores pinturas de la historia. Es la obra maestra del pintor postimpresionista Vincent Van Gogh.
El cuadro lo realizó en el sanatorio de Saint-Rémy-de-Provence, donde se recluyó hacia el final de su vida. Fue pintada a mediados de 1889, trece meses antes de su muerte. Desde 1941 forma parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Según comentaba el artista en una de sus cartas a su hermano Theo, esta era la visión del pueblo que él contemplaba por la madrugada desde su ventana. La gran estrella iluminada de blanco, que el artista define en su carta como “la estrella de la mañana”, es realmente el planeta Venus según los expertos.
Considerado como el magnum opus de van Gogh, el cuadro ha sido reproducido en numerosas ocasiones.
11. El grito
El grito, pintado en 1893, es la obra principal del pintor noruego Edvard Munch. Representante de la pintura expresionista y el arte moderno, este pintor se inscribe en los mismos rasgos que artistas como Van Gogh o Gauguin.
La obra El grito representa una forma humana, mirando al espectador con una mirada horrorizada. El fondo no es muy claro, pero podemos observar la barandilla de un puente en colores naranja y azul. También distinguimos otras siluetas.
Esta obra de Munch inspira miedo y angustia. Munch se suele describir como un artista torturado. Sufrió muchos acontecimientos dramáticos que marcaron su vida como la muerte prematura de su hermana mayor y de su madre. También hubo desórdenes mentales en su familia.
Esta pintura es conocida en todo el mundo y se ha robado muchas veces, dando mucha popularidad a la pintura. También podríamos imaginar que la obra inspiró la máscara de la película Scream.
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12. Las meninas
Las meninas (como se conoce a esta obra desde el siglo XIX) o La familia de Felipe IV se considera la obra maestra del pintor español Diego Velázquez.
El tema central es el retrato de la infanta Margarita de Austria, colocada en primer plano, rodeada por sus sirvientes, «las meninas», aunque la pintura representa también otros personajes. En el lado izquierdo se observa parte de un gran lienzo, y detrás de este el propio Velázquez se autorretrata trabajando en él.
Es una de las obras pictóricas más analizadas y comentadas en el mundo del arte y aun así, no todos los historiadores están de acuerdo en su significado, género e incluso fecha. Espejos, cuadros dentro de cuadros, gente que mira a los ojos al espectador… Los secretos que oculta este lienzo de figuras a tamaño natural son casi tan fascinantes como su asombrosa técnica.
Las interpretaciones son múltiples, y traen de cabeza a historiadores desde hace siglos. De hecho, ya existe un desorden psiquiátrico propio: el Síndrome de la Fatiga de Las Meninas (SFLM), que padecen algunos investigadores que se pasaron buscándole el sentido al cuadro.
13. El beso
El beso, de Gustav Klimt, es considerada una de las pinturas famosas de la historia y una obra maestra del arte moderno.
El beso fue pintado entre 1907 y 1908, durante la llamada "etapa dorada" de Klimt, en la que el artista utilizó hojas de oro y estaño para darle un brillo especial a sus obras. Se inspiró en los mosaicos bizantinos que había visto en Italia, y creó una composición simétrica y equilibrada, con un fondo abstracto y atemporal.
La pintura representa a una pareja abrazada y besándose en un prado lleno de flores. El hombre lleva una túnica con motivos geométricos y una corona de hojas, mientras que la mujer viste un vestido con formas orgánicas y flores en el cabello. Sus cuerpos se funden en un solo bloque dorado, que contrasta con el colorido de las telas y el paisaje.
El beso es una obra cargada de simbolismo y erotismo, que expresa el sentimiento de fusión y entrega de los amantes. Algunos han interpretado que se trata de un autorretrato de Klimt con su musa y amante Emilie Flöge, una diseñadora de moda con la que mantuvo una larga relación.
Si quieres verla en persona, puedes visitar la Galería Belvedere de Viena, donde se encuentra expuesta junto con otras obras de Klimt y otros artistas de la Secesión vienesa.
14. La joven de la perla
La joven de la perla, de Johannes Vermeer es una pintura del siglo XVII. La obra retrata a una misteriosa mujer con un turbante y un pendiente de perla que nos mira con una expresión enigmática.
Vermeer fue un genio de la luz y el color, y supo captar la esencia de su modelo con pocos pero precisos trazos. La joven de la perla es una pintura que no deja indiferente a nadie, y que ha inspirado libros, películas y hasta emojis.
Si tienes la oportunidad de verla en persona, no te puedes perder esta pintura exhibida en el museo Mauritshuis de La Haya, en Países Bajos.
Descubre por qué es tan cautivante esta obra en este magnífico video.
15. La creación de Adán
La creación de Adán es una de las obras más famosas y admiradas de la historia. La pintura de Miguel Ángel que se encuentra en la bóveda de la Capilla Sixtina, en el Vaticano.
Esta pintura es un fresco, es decir, una técnica que consiste en aplicar los colores sobre una capa de yeso húmedo, de modo que se fijan al secarse.
Miguel Ángel realizó esta obra entre 1508 y 1512, por encargo del papa Julio II, que quería renovar la decoración de la capilla donde se celebraban los cónclaves para elegir a los nuevos papás.
La creación de Adán es una obra maestra del Renacimiento y una de las pinturas más importantes de la historia, que refleja el interés por el estudio del cuerpo humano, la naturaleza y la antigüedad clásica. Miguel Ángel demostró su genio como pintor y como escultor, ya que dotó a sus figuras de un gran volumen y realismo. También plasmó su visión personal y original de la historia sagrada, dando un protagonismo sin precedentes al hombre y a su relación con Dios.
Mírala a detalle:

16. Las dos Fridas
Las dos Fridas, una de las pinturas más famosas de la artista mexicana.
Las dos Fridas fue pintada en 1939, después de que Frida se divorciara de Diego Rivera, el famoso muralista y su gran amor.
La pintura muestra a dos Fridas sentadas en un banco, tomadas de la mano y con el corazón al descubierto. Una Frida viste un traje tradicional mexicano, mientras que la otra lleva un vestido europeo. Ambas Fridas tienen una herida en el pecho y una arteria que las conecta.
¿Qué quiso expresar Frida con esta pintura? Según algunos expertos, las dos Fridas representan la dualidad de su identidad: la Frida mexicana y la Frida europea, la Frida amada y la Frida abandonada, la Frida fuerte y la Frida frágil. También se ha interpretado que las dos Fridas son una forma de mostrar su soledad y su deseo de reconciliarse con Diego.
Las dos Fridas es una obra que refleja el dolor y la pasión de Frida Kahlo, una mujer que supo transformar su sufrimiento en arte.
Si quieres conocer más sobre la vida y la obra de esta increíble artista, te recomendamos que visites el Museo Frida Kahlo en Coyoacán, donde podrás ver algunas de sus pinturas más emblemáticas.
Echa un vistazo a esta maravillosa obra.
17. "Marilyn"
¿Sabías que la famosa serie de pinturas "Marilyn" de Andy Warhol se inspiró en una fotografía de la actriz Marilyn Monroe tomada por Gene Korman para la película "Niagara" de 1953?
Warhol utilizó una técnica llamada serigrafía, que consiste en transferir una imagen a una superficie mediante una plantilla y tinta. Así, pudo crear múltiples versiones de la misma imagen con diferentes colores y efectos.
Si bien muchos puristas no la consideran una pintura, es innegable que esta obra ha sido un icono que definió el movimiento pop.
Warhol era un artista pop, es decir, que se inspiraba en la cultura popular y los medios de comunicación de masas. Su obra refleja su fascinación por la fama, el consumo y la superficialidad.
Con sus retratos de Marilyn, Warhol quería mostrar cómo la imagen de una celebridad se convierte en un producto comercializable y repetible, pero también cómo se pierde la identidad y la humanidad de la persona detrás del icono.
Las pinturas de "Marilyn" de Warhol son un ejemplo de cómo el arte puede cuestionar y criticar la sociedad en la que vivimos. También son una forma de homenajear a una de las estrellas más emblemáticas y trágicas del siglo XX.
Si te gustan las obras de Warhol, considera visitar el Museo Andy Warhol en Pittsburgh, donde podrás ver algunas de sus creaciones más famosas.
¿Sabías además que esta obra es la más cara del Siglo XX?
18. Amarillo, rojo y azul
Ya sea que te guste o no el arte abstracto, es muy probable que hayas oído hablar de Amarillo, rojo y azul de Wassily Kandinsky, una pintura que creó en 1925 cuando era profesor en la Bauhaus.
Amarillo, rojo y azul es un lienzo de gran tamaño que se divide en dos partes opuestas: una geométrica y otra orgánica. Kandinsky usa los tres colores primarios para crear un contraste y una armonía entre las formas y las sensaciones.
El amarillo representa la luz, el movimiento y la energía; el rojo, la pasión, el fuego y la vida; y el azul, la calma, el frío y la profundidad. Cada color tiene su propio sonido y su propia forma, según la teoría del artista.
Kandinsky quería expresar con su pintura lo que sentía por dentro, sin recurrir a la representación de objetos o escenas del mundo exterior. Actualmente es uno de los grandes cuadros de la historia.
Puedes apreciar esta y más obras de Kandinsky en el Museo Nacional de Arte Moderno, Centre Georges Pompidou en París.

19. La ronda de noche
La ronda de noche o La ronda nocturna es el cuadro más grande y famoso de Rembrandt. Se realizó para uno de los tres cuarteles generales de la guardia cívica de Ámsterdam.
Rembrandt fue el primero en pintar todas las figuras de una pieza de la guardia cívica en acción. El capitán, vestido de negro, da la orden de marchar. Los guardias se están poniendo en formación.
Rembrandt usó la luz para enfocarse en detalles particulares, como la mano gesticulante del capitán y la niña en primer plano. Era la mascota de la empresa. El nombre de la obra se originó mucho más tarde, cuando se pensó que la pintura representaba una escena nocturna.
20. La persistencia de la memoria
La Persistencia de la memoria es una de las obras más importantes de este gran pintor del movimiento surrealista. Pintado en 1931, el óleo sobre lienzo representa la playa de Portlligat en la que los relojes parecen derretirse bajo el sol. Dalí parece aquí compartir la idea del paso del tiempo y su angustia ante esta realidad.
La obra es más conocida por el público bajo el nombre de Los relojes blandos. El artista se habría inspirado en el queso camembert durante una comida. Para admirar la obra, es necesario ir al Museo de Arte Moderno de Nueva York.
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