Clases de Matemáticas para Secundaria, Preparatoria, Universidad - Álgebra, Conjuntos, Análisis, Cálculo, Topología, Lógica, Geometría - Ciudad de México - Matemático de la UNAM

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• ¿Cómo es que decidiste ser profesor? ¿Recuerdas el momento que te motivó a hacerlo?

  Siempre me ha gustado enseñar. Sobre todo, me gusta aprender. Creo que fundamentalmente para saber enseñar tienes que saber aprender, y en el momento en que yo me di cuenta lo mucho que me gustaba aprender sentía la necesidad de comunicarlo y enseñarlo a las personas. Tal vez no fue un momento justo, pero cuando empecé a enseñar, me di cuenta del placer que sentía al poder comunicar una idea que sea percibida y entendida, y fue a partir de ahí que no pude dejar de querer enseñar.

• ¿Tienes algún modelo a seguir en tu profesión o en tu vida en general?

  De todas las personas siempre se puede aprender. Admiro a bastantes personas en diferentes áreas y por diferentes razones concretas. Admiro el trabajo de muchos matemáticos a lo largo de la historia, filósofos, científicos, pero también admiro a gente común y cotidiana de la que la mayoría de nosotros podría pasar de largo por no considerar su vida lo suficientemente interesante. Puedo admirar aspectos de la vida de muchas personas y seguirlas como ejemplo, pero hallar un modelo a seguir parece una tarea bastante complicada en la inmensidad del mundo y encontrar adecuado cada comportamiento en la complejidad propia de un ser humano. Sin embargo, es interesante analizar cada aspecto sin juzgar, y aprender, siempre buscar aprender a través de lo que percibimos para poder formar nuestro propio criterio y personalidad.

• ¿Qué crees tú que tu profesión aporta a la sociedad?

  Definitivamente lo creo. Cuando se le pregunta a un matemático para que sirven las matemáticas, la opinión en lo general se divide en dos. Algunos defienden que las matemáticas no tienen porque servir para nada, pues por sí mismo son bellas, tienen un sentido propio y no hace falta siempre estar buscando aplicaciones posibles, ¿Para qué sirve la poesía? ¿Para qué sirve el amor? ¿Para qué sirve la vida misma? Por otro lado, hay otro grupo que defiende que las matemáticas están detrás de absolutamente todo, construcciones, computación, en el celular que usamos todos los días, ¡En la vida misma! ¿Pero quien tiene razón? ¿Quién dice que las matemáticas no sirven para nada? ¿O será que tienen razón quienes dicen que las matemáticas están detrás de todo? Realmente creo que ambos puntos están en lo correcto. Es cierto que no tienen que servir para nada, son hermosas por sí mismas, pero también es cierto que cuando se buscan modelos o formas de avanzar tecnológicamente, desde científicos hasta ingenieros, ahí las podrán encontrar, justo en las matemáticas. Las matemáticas te abren un horizonte nuevo, tanto como sociedad como personas, creciendo nuestras propias habilidades deductivas. Nuestra propia capacidad de razonamiento. Nuestra creatividad. Nuestra libertad.

• ¿Puedes contarnos alguna anécdota que recuerdes con cariño sobre tus años escolares o sobre alguna de tus clases?

  Yo honestamente no tenía ni idea de a que quería dedicar mi vida cuando estaba en la preparatoria, estaba confundido y abrumado ante un mar de opciones que realmente no parecían interesantes. Me gustaba pensar, siempre pensé que sería un ingeniero ¿ingeniero en qué? No sé, solo creía que debía serlo. Mientras más se acercaba el momento de decidir, más me cuestionaba si era lo que en verdad quería. Es verdad que la física, las matemáticas, la química siempre se me facilitaron de cierta manera, pero no encontraba en ellas la pasión que buscaba. De hecho, tenía mucho conflicto con aquellos profesores que te obligaban a pensar de una sola manera, a aprender formulas o métodos y se molestaban cuando se hacía de otra manera. Ese nunca fue mi estilo, me encantaba entender las cosas, razonarlas. Fue en ese momento que uno de mis entrenadores de una competencia de matemáticas me sugirió estudiar matemáticas, diciéndome que las matemáticas no eran lo que yo entendía por matemáticas hasta ese momento, y vaya que tenía razón. Guardo con mucho aprecio ese momento, ese punto de inflexión en mi vida en donde me topé con las maravillas de las matemáticas.

• Para ti, ¿qué hace a un superprof?

  Creo que la pasión. Posiblemente es una mezcla de distintos factores, en los que se involucra habilidad, paciencia, inteligencia, conocimientos, pero nada de esto sirve sin pasión por la enseñanza. Pero no solo pasión por la enseñanza, si no pasión por aprender, pasión por tu materia. Eso es lo que hace la diferencia desde mi punto de vista.

• ¿Qué consejo le darías alguien que quiere dedicarse a ser profesor?

  Un consejo muy valioso creo yo es que no menosprecien su trabajo. A veces nos quejamos de que la sociedad misma no toma con suficiente valor la profesión de la enseñanza, así que si queremos un cambio hay que empezar por nosotros. Y valorar tu trabajo va en muchos sentidos, pero sobre todo yo no trabajo con personas que no valoran mi propio trabajo, y eso no solo es el ámbito de la enseñanza, si no en cualquiera.